martes, 3 de junio de 2014

Mi inicio como docente en la universidad

Mi inicio como docente en una universidad española fue hace 5 años. Desde entonces he ejercido ininterrumpidamente como profesor asociado.

El inicio fue bastante azaroso. Yo me encontraba iniciando las primeras etapas de la tesis y se convocaron unas plazas de asociado en la misma universidad. Yo no pensaba presentarme ya que lo veía como algo remoto e inalcanzable. Mi dirección me animó a intentarlo y... ups... en el concurso de méritos quedé en primer lugar en tres plazas diferentes, así que pude elegir.

Recuerdo perfectamente ese día. Para mí fue un sueño poder lograr ser docente en una universidad española, ya que era algo que anhelaba desde hacía muchos años. Durante semanas estuve literalmente flotando de felicidad. Aún hoy, cuando camino por el campus, siento una tremenda felicidad simplemente por estar ahí, por participar. Es algo pueril, pero que no tengo intención de corromper. Constantemente me recuerdo por qué estoy ahí, que motivos me llevan a querer estar en la universidad (que explicaré en otra entrada).

Los inicios fueron muy complicados. En el departamento en el que ejercía en ese momento había muy mal ambiente de trabajo por problemas internos (y cuando digo muy mal ambiente me refiero a MUY MAL AMBIENTE) y apenas recibí orientaciones sobre cómo actuar. Prácticamente todo lo fui descubriendo por ensayo-error, o bien apoyándome en mi dirección de tesis. Fue duro.

En el primer curso me pasó prácticamente todo lo malo que podía ocurrirme en la universidad (con alumnos, con profesores, con cargos de gestión...), excepto lo segundo peor, que ya me pasó el segundo curso. Fue muy estresante, pero a la vez prefiero que fuese así. De este modo aprendí mucho, aunque también sufrí mucho. Simplemente ocurrió así, así que está bien.

Desde entonces he aprendido mucho sobre aspectos clave de la universidad y su funcionamiento. No lo sé todo, por supuesto, pero tengo varias diapositivas bastante claras.  Está claro que todo esto se basa en mi experiencia, que podría ser bien diferente en otros lugares o universidades. O quizás no. No lo sé.


1 comentario:

Doctoranda 2013 dijo...

Estoy segura que tu experiencia nos ayuda y enriquece a los que aún andamos en el vagón de cola. Toda experiencia, positiva o negativa, nos permite avanzar en nuestro camino. Al final el sufrimiento se convierte en una lección de vida.